Elaborado por «2º_eso_6»
Alumno/a de Ciencias Sociales de 2º ESO del IES «Trinidad Arroyo» de Palencia, curso 2010-2011.
Uno de mis abuelos nació en Castromocho [provincia de Palencia, Tierra de Campos] y siempre ha vivido allí. Él me ha contado muchas cosas de este maravilloso pueblo en el que yo paso muchos días, sobre todo de verano. Dice que Castromocho ha cambiado mucho, mucho.
Antes era un pueblo grande, próspero, en el que incluso había una industria de telas y curtidos. Al mismo tiempo que era un pueblo con las calles sin asfaltar, muchas casas no tenían agua corriente, otras no tenían luz. El pueblo llegó hasta los 1500 habitantes, habiéndose quedado ahora en 200. Apenas había coches y mi abuelo dice que si querían ir a algún pueblo al baile tenían que ir en bicicleta, pero por allí hace muchos años pasaba el ferrocarril en el que mi abuelo a veces iba a Palencia, pero mi madre ya no ha conocido pasar el tren por allí, lo que si ha conocido es la estación aunque no en el estado tan estropeado en el que se encuentra ahora.
Mi abuelo dice que antes había dos escuelas en un mismo edificio: una de niñas en la plantas baja y la de niños en la planta alta y dice que estaba situada donde actualmente está el ayuntamiento.
Además, Castromocho contaba con dos importantes harineras, una de las cuales ha estado funcionando hasta hace pocos años, mi madre la ha conocido funcionando.
La mayoría de la gente se dedicaba a la agricultura y a la ganadería. En la casa de mi abuelo tenían ganadería ovina y tenían un pastor que se encargaba de atenderla ya que él y sus hermanos se ocupaban más de la agricultura. Antes sembraba trigo, cebada y bezas y también tenía algún viñedo, aunque por esta zona escaseaban. Dice que antes cuando cosechaban el cereal lo echaban en la era antes de guardarlo y después trillaban la era con las mulas.
Ahora todo esto ha desaparecido y mis tíos siembran cebada y trigo y otras tierras las dejan en barbecho. Las que son de regadío las siembran de maíz, remolacha, girasol y alfalfa. Y para todas las labores que realizan utilizan maquinaria, prescindiendo totalmente de cualquier tipo de animal para realizarlas. Una vez que cosechan el grano, éste se mete directamente en la nave de Agropal, a continuación se empaca la paja y se guarda en grandes naves en espera de poder venderlo al mejor precio que se pueda, o sea que hay que venderla cuando hay poca paja en el mercado.
En resumen, de Castromocho podríamos decir que la ganadería prácticamente ha desaparecido, quedando solamente algún rebaño de ovejas; los caballos que hay en el pueblo son para el disfrute de sus dueños. Las fábricas de harinas han desaparecido, al igual que el ferrocarril y ahora el único medio de transporte público que comunica el pueblo con Palencia y con otros pueblos es el coche de línea.
Las calles del pueblo ahora están asfaltadas, las casas tienen agua corriente y electricidad y, aunque hubo un tiempo en el que la gente se fue a la ciudad, ahora hay mucha gente nueva que ha ido a vivir allí.
A mí me gusta mucho ir a pasar el verano, ir con mis tíos a empacar, a cosechar, a regar… Ahora hay grandes tractores, empacadoras, arados, una cuba de agua, una abonadora… y otros aperos que facilitan mucho las tareas agrícolas respecto al pasado.